La pimienta blanca picada es perfecta para refinar platos y mezclas. Esta especia se produce a partir de los frutos secos de la planta piper nigrum, al igual que la pimienta negra. Conocida por sus cualidades, la pimienta blanca se ha convertido en un elemento habitual en todas las cocinas, destacando por su sabor menos complejo y más ligero que la pimienta negra.
Esta especia se diferencia de las demás pimientas, ya que es elaborada a partir de frutos maduros que se han dejado secar ligeramente. A continuación, se pelan y se eliminan las semillas internas para dejar solo las capas externas del fruto, las cuales son picadas.
La pimienta blanca molida destaca por su sabor suave y aroma fresco, haciéndola ideal para platos de carne, pescado y aves, especialmente aquellos que se preparan a la parrilla o asados. A menudo se utiliza en conjunto con otras especias para crear una mezcla de condimentos que realza los sabores.
En salsas y aderezos, la pimienta blanca picada es una excelente opción para aportar un toque delicado a numerosos platos. Habitualmente se utiliza para dar una nota de sabor a las salsas de ensaladas, de carnes, para pasta y aderezos para verduras. También es una excelente opción para preparar vinagretas.