El ácido cítrico es un perfecto conservante y antioxidante, presente en la mayoría de las frutas, sobre todo en las cítricas (naranja, lima, limón, etc.). En la cocina molecular se utiliza como un ingrediente para crear una variedad de texturas y sabores únicos. En su forma sólida, el ácido cítrico se asemeja a pequeños cristales blancos y se disuelve fácilmente en agua. Cuando se disuelve en líquidos, el ácido cítrico puede agregar acidez y dar un sabor ácido y fresco a los alimentos.
Este ácido también se utiliza como agente secuestrante, lo que significa que puede unirse a iones metálicos para evitar que reaccionen con otros ingredientes. Esto lo convierte en un ingrediente útil para preservar la calidad de los alimentos y evitar que se oxiden o se descompongan.
Además, en la cocina molecular, se emplea a menudo en combinación con otros productos para crear reacciones químicas interesantes. Por ejemplo, cuando se combina con bicarbonato de sodio, se produce una efervescencia utilizado para crear burbujas en bebidas carbonatadas y en la masa de pan.
Este polvo soluble en agua es ideal para aportar un toque cítrico evitando la manipulación de frutas. Asimismo, evita y retrasa la oxidación en todos aquellos productos susceptibles en deteriorarse rápidamente, como el aguacate, fruta, alcachofas, etc.
Su utilización más común es hacer un baño con el ácido y sumergir los alimentos de los cuales queremos retrasar la oxidación.
Dosificación: 1-2 gr/l