Salpicón con sorbete de salmorejo
Alvaro MuñózMaterial Necesario
- Bol
- Heladora
- Batidora de mano
- Cazuela
Ingredientes
- 300 gr Langostinos
- 1 und. Cebolleta
- 3 unds. Pimientos variados
- 1 diente Ajo
- AOVE
- Vinagre
- 500 gr Tomate
- 150 gr Pan
- 100 gr/kg Neutro sorbete komplet
Elaboración
- Picamos los vegetales y los langostinos cocidos y pelados en trozos de un tamaño similar. Confitamos las cabezas en aceite con medio diente de ajo unos minutos y dejamos enfriar tapado.Colamos el aceite una vez frío y aliñamos el salpicón con el aceite de cabezas, el vinagre y la sal.
- Por otro lado, hacemos un salmorejo tradicional con tomate, pan duro o tostado, ajo, vinagre, AOVE y sal.Colamos el salmorejo mezclamos con el neutro sorbete komplet con ayuda de una batidora y lo dejamos reposar en nevera 12 horas.
- Turbinamos el helado (heladora o mantecadora) y conservamos en el congelador. Emplatamos el salpicón con una quenelle de helado.
Notas
El verano es la temporada perfecta para disfrutar de comidas refrescantes y llenas de sabor. En esta ocasión, te presentamos una combinación única: salpicón con sorbete de salmorejo. Esta receta es ideal para aquellos días calurosos en los que deseas algo ligero, fresco y delicioso.
Importancia del salpicón
El salpicón es una preparación culinaria muy versátil que combina vegetales frescos y mariscos. Sus orígenes se remontan a la cocina tradicional española, pero ha ganado popularidad en todo el mundo debido a su mezcla de sabores y texturas. Por un lado, los vegetales aportan frescura, colores vibrantes y un crujido agradable. Por otro lado, los mariscos, como los langostinos, añaden un toque de sabor a mar y una textura jugosa.
Sorbete de salmorejo: refrescante y delicioso
El salmorejo, por su parte, es una crema fría típica de la región de Andalucía, en España. Su base principal es el tomate, al que se añade pan, ajo, aceite de oliva y sal. Esta mezcla se tritura hasta obtener una crema suave y se sirve fría. El salmorejo es conocido por ser refrescante y nutritivo, y se consume como entrada o plato principal en los días calurosos de verano.
La combinación de estos dos platos resulta en una experiencia culinaria única. El salpicón aporta una mezcla de vegetales coloridos y crujientes, que contrasta perfectamente con la suavidad del sorbete de salmorejo. El sorbete, al ser una versión helada del salmorejo, agrega un elemento refrescante al plato. Cada bocado es una explosión de sabores frescos y texturas contrastantes, creando un equilibrio perfecto para el paladar.
La presentación de este plato también es importante, ya que los colores y las texturas juegan un papel fundamental en la experiencia gastronómica. Puedes optar por servir el salpicón en platos individuales, creando una composición visualmente atractiva con los diferentes vegetales y los langostinos destacando sobre el fondo de salmorejo. La quenelle de sorbete de salmorejo, delicadamente colocada sobre el salpicón, añade un toque de elegancia y sofisticación al plato.
En resumen, el salpicón con sorbete de salmorejo es una opción refrescante y deliciosa para disfrutar durante los días calurosos de verano. La combinación de sabores frescos, texturas contrastantes y colores vibrantes hacen de este plato una experiencia culinaria única. Anímate a probar esta deliciosa combinación y sorprende a tus invitados con una propuesta refrescante y original.